Work as a Remedy Good Practices Book ES

R u b én, 24 Los brotes de Crohn pueden aparecer en cualquier momento, afectando a mi salud física con dolor y agotamiento, y dejando huella en mi bienestar mental. La incertidumbre y el estrés constantes de vivir con una enfermedad crónica pueden ser abrumadores. Aceptar esta realidad ha sido un proceso difícil, pero me ha ayudado a descubrir mi fortaleza personal. Aunque hay días en los que me siento limitado, he aprendido a adaptarme y a seguir adelante. Esta experiencia me ha enseñado a valorar lo que soy capaz de superar y a apreciar cada pequeño logro de mi vida diaria. D et a lles del tr aba jo Trabajo en una oficina donde mis tareas cotidianas son muy variadas. Me centro en la creación de contenidos, que incluye desde la redacción de textos atractivos y el diseño de materiales, hasta la gestión de publicaciones en distintas plataformas. Además, participo activamente en la gestión y el desarrollo de proyectos sociales y educativos, lo que me permite contribuir a iniciativas que tienen un impacto positivo en la sociedad. Me gusta especialmente este trabajo porque combina creatividad y organización, dos áreas en las que disfruto profundamente trabajando. Cada tarea que asumo me reta a desarrollar nuevas habilidades y a perfeccionar las que ya tengo. Saber que lo que hago puede marcar la diferencia, ya sea mejorando los procesos educativos o apoyando proyectos sociales significativos, me produce una gran satisfacción personal. Más allá de eso, sentirme útil y saber que mis esfuerzos sirven a un propósito claro es algo que considero esencial para mantenerme motivado y centrado, incluso en los días en que la enfermedad de Crohn presenta retos adicionales. Me llamo Rubén, tengo 24 años y trabajo en una oficina. Desde hace unos años padezco la enfermedad de Crohn, una dolencia crónica que afecta al aparato digestivo. Es un tipo de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) que puede causar inflamación en cualquier parte del tracto gastrointestinal, aunque normalmente afecta al intestino delgado y al colon. La enfermedad de Crohn no tiene cura y se manifiesta de forma diferente en cada persona. Los síntomas más frecuentes son dolor abdominal, diarrea crónica, fatiga extrema, pérdida de peso y fiebre ocasional. Además, pueden surgir complicaciones como obstrucciones intestinales o deficiencias nutricionales, lo que la convierte en una enfermedad difícil de tratar. Aunque los síntomas no siempre son visibles, el impacto físico y emocional es significativo.

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